Cuando paseamos por el campo y observamos las viñas, tal vez no seamos capaces de apreciar una gran diferencia entre ellas pero la realidad es que si tienes un ojo hábil podrás notar que se cultivan gran cantidad de variedades de vid. Normalmente las diferencias son muy sutiles y difíciles de percibir.
Este cultivo variado responde dentro de nuestra denominación a la necesidad de diferentes tipos de uva para la fabricación del amplio abanico de vinos de que disponemos en la zona, tanto el vino tinto como el blanco o el rosado provienen de diferentes variedades que se cultivan con armonía dentro de nuestros campos. Por ello en esta noticia vamos a hablar un poco de las diferentes variedades de Vid que podemos encontrar en la Denominación de origen Rioja.
Tempranillo: Es la variedad más cultivada en toda la Denominación de origen Rioja , ha sido apreciada en el mundo entero por sus vinos y aquí en la Rioja encontramos vinos compuestos solo por esta variedad o vinos en los que se mezcla con otras variedades como la Garnacha, Mazuelo etc.
El nombre tempranillo hace referencia a «temprano», ya que los vinos procedentes de esta variedad se pueden degustar ya en las mesas antes del mes de enero, solo tres meses después de la recogida del fruto. Los racimos tienen forma cilíndrica y son compactos. Los granos son esféricas, de color negro púrpura con una pulpa incolora. Son de color muy oscuro y tienen forma de esfera.
Los vinos de tempranillo pueden consumirse jóvenes, pero los más caros se envejecen durante varios años en barrica de roble. El tempranillo se usa en mezclas, siendo normalmente el 90% de la mezcla.
Garnacha: Conocida en Francia como «Grenache» tuvo un gran importancia hasta los años 80 cuando la expansión del tempranillo disminuyo en gran medida la producción. Esta variedad necesita de mucho calor para dar unos buenos resultados por ello tiene una maduración más tardía. En La Rioja, la uva se planta mayoritariamente en la más cálida Rioja Baja. Normalmente mezclada con tempranillo, la garnacha aporta una toque a frutas y le añade cuerpo.
Aunque se suele mezclar con otras variedades es ampliamente utilizada para la elaboración de vinos monovarietales o de vinos como el rosado.
Gracianos y Mazuelo: Su uso es habitual en los vinos gran reserva de La Rioja, Es una uva de poco rendimiento, por lo que no es muy abundante, cultivándose en el mismo viñedo con otras variedades. Prospera en climas áridos y cálidos. La vid produce una baja cantidad de bayas, delicadamente aromatizadas, que suelen ser vendimiadas a finales de octubre.
El racimo tiene dos hombros cilíndricos cortos. Sus bayas son de tamaño pequeño y forma redonda. Tienen la pulpa dura e incolora. El color de su piel es muy oscuro. Presenta una gran resistencia a las enfermedades.
Al igual que el mazuelo, de menor importancia estas variedades se usan para mezclar con el tempranillo aunque también podemos encontrarlas en vinos monovarietales pero en menor medida.
Por último voy a hablar un poco de las variedades de vino blanco que se cultivan en la zona, aunque existen también más variedades menores, el cultivo de la mayoría ha sido aprobado hace poco o no tienen gran trascendencia.
Viura: Esta variedad de vino blanco supone el 95 % de la producción en la denominación, es conocida con varios nombres, y en la rioja se suele mezclar habitualmente con otras variedades de blanco como la malvasía e incluso con variedades tintas como el tempranillo.
Malvasía: Originaria del área del mediterráneo, Su producción es baja y tiende a ser sensible a las enfermedades. Debido a su antigüedad y extensión han surgido subvariedades, pero debido a la poca resistencia a las enfermedades, el cultivo se ha ido reduciendo siendo sustituido por otras variedades más resistentes. Tiene racimo de tamaño mediano y poco compacto. Es sensible a la podredumbre. En la Rioja se usa principalmente para mezclarse en pequeñas proporciones con otras variedades.